Quiero confesaros... que me baño desnuda y... que le tiro los zapatos a cualquiera...¿más? que escondo la tierra bajo la alfombra y... que yo le di kripalys al Bufón... ¿Más?... a veces me da por escribir poesía...
Su Sacratísima Dignidad: os plugo compasión a mi pecado. He cometido el vicio nefando con uno de los puercos de la plebe ¿Qué he de hacer? ¿Rezar, azotarme con un zurriago? Pero estaba borracho con ese brevaje de la cocinera. Dicen que es bruja y no prepara manjares sino pócimas, ungüentos, y empastos para untarse y volar. Yo que Vuesa Mercer, a la Hoguera la enviaba. Y Disculpe, la anonimia que es propia de la confesión
Oiga Cardenal, majo purpurado, no tengo problemas con deciros mi nombre y mi condado: de Aragón soy nacida, y me llaman Infanta: he abusado del éxtasis, brevaje lúbrico y de perdición de las almas, y, bueno, vois sabéis, tengo el útero como Metro a las 666. Ooohhhhh, Cardenal, púpura dignidad, que haréis conmigo: ¿una tocación salutífera en mi bajo vientre a ver si sana, sana, culito de rana?
Qué infanta tan descarada. Si eso que confiesa es la nada de la nada misma. Yo te conozco mosco así es que señorita Infanta, vaya confesando los verdaderos pecadotes que le manchan el alma enterita.
¿Podría haber alguien más cara de culo que la Cenicienta para decir pecados mínimos como los niños: Ay, padre, toqué el timbre de una casa y salí arrancando... Ay, Padre, LE SAQUÉ PLATA DE LA CARTERA A MI MAMÁ... Ay, Padre, le escondí el abrigo a la profesora...
OJO, Cardenal, que no le vengan a pasar gato por liebre ni a contar la mitad de los pecados que tiene esta gente de palacio... Viera usted, si yo hablara... madre mía... que cagada quedaría
(Entra una bella niña y antes de llegar al confesionario empieza a poner los ojos blancos y a vomitar demonios con tridentes en llamas)
Juaaaajjj (con voz de hombre)me los voy a comer a todas Juaujaaaajjmmkkhs a todas a todas MMMMmmmmguauuuu
(El Cardenala abre la puerta del confesionario con rostro sereno, le da un karatazo en el cuello a la niña, la cabeza da tres o cuatro vueltas y con efecto aspiradora, vuelve a tragar esa boca impía a los demonios y toda la basura que había desplegado)
Purpurado: soy de este castillo el fantasma y espanto cuando la luna mestrua y una gota de pus cae de su calva agorera: y me introduzco en las oxidadas armaduras y paseo por las noches de tormenta, y aúllo como lobizón cuando la luna mengua y el mar, se agita en mareas salobres y oscuras, y sólo en las mañanas, el canto del gallo me da descanso. Ahí me confundo con los gobelibnos y tapices de Palacio. Mi pecado sólo lo sabe el Historiador del Reyno, por su profesión y sus lüengos años. Vos debéis buscar mis huesos y desenterrarlos y rociarlos con agua bendita, para darme por fin descanso. Os plugo, hombre púrpura a hacer vuestro trabajo. En el cementerio reral hay picos y palas. Si no, deberé continuar por estos parajes vagando, espantando, y sintiendo este frío horrible que corroe mi alma. Así que lavantáos los faldones y cabad junto al roble de vuestra abadía. ¿O creiáis que la pega en un Castillo como éste era la papa?
Maté a mi hija, Cardenal, y le corté una pierna, la asé y me la comí con un estofado de repollo. El resto de su cuerpo lo arrojé a los cerdos que de él cuenta dieron. Pero tenía hambre, mucha hambre. Pensad y decidid: ¿estoy yo en pecado o fue el Rey que nos tiene en este estado?
Confundo los hechos su Eminencia, se me turban las fechas y mis infolios y papiros están pasados de moda. Me quedé atrás en materia de historiografía, todavía me baso en Hesíodo para los datos y en San Agustín en filosofía. Mis detractores me llaman escolástico y los peores, viejo mamón y copión culiao. ¿Es esto pecado? Y de pasadita, hombre medio colorado (¿no seráis de esos curas comunistas?) ¿cómo va la cosa por el Vaticano? ¿Quien por hoy Gobierna nuestras ánimas? Me dijeron que un tal Ratzinger. ¿Es acaso ese un nombre cristiano?
Curita, curita, curita de mi pueblo, ¿te acuerdas que cuando eras chica me sentabas en su faldita? ¿Qué era esa cosa durita que tenías curita cuando me hacías caballito? Ito, ito, ito. ¿Mira donde nos venimos a encontrar chaval, todo un purpurado y qué retórica. Qué majo te veis, me has dejado realmente... atónita. ¿Me abrís la puerta para que volvamos a jugar al caballito? Pero veo una cola muy larga, laaaarga, como la que se asoma debajo de ese embozado que sale de la Catedral. Te dejo mi tarjeta, flaco, llama a mi celu. Si no estoy deja un mensaje en mi buzón de voz. Si no... vueno, recordad el juego del caballito... allá en la iglesia de Aragón.
(Entra al confesionario y aprovechando un descuido del Cardenal deposita bajo el reclinatorio un micrófono multidireccional, de plasma, irrompible e invisible aún para ojos púrpuras)
donde dice: "vueno"
debe decir: "bueno"
Adiós, adiós su Chanchitad, perdón Santidad, hay todos debemos puro que trabajar.
me presento ante Vos ,serenísima eminecia.a confesar mis pecados que nos son más que minucias , os lo juro , algunos pecadillos ortográficos alguna b por v, una ache olbidada , el seseo si estoi meido dormido , veneficiarme a alguna postulante , lla me hentiende , pecadillos sin más ,poca cosa excelencia. no quiero entreteneros pues aquí hay mucho trabajo. me doy ya por absuelto no? puede ayudar un rato a fregar a la hermana cocinera , le parece?
Su Santidad aquí vengo a daros la bienvenida, pero no podré confesarme ya que he venido a entregar las llaves del teatro al buen Heraldo y a comprobar que esteis a gusto recibiendo a vuestras ovejas, pero aquí veo cerdos, moscas, sapos, loros, cacatúas y vacas.
Os pido disculpas por este desorden deben haberse abierto los establos... no sé
(al Heraldo)
Vos sabeis qué pudo haber ocurrido, ¿de dónde habrán llegado tantos cochinillos?
creo que vinieron con uno de los artistas meritorios para un espectáculo circense. no se preocupe señora todos están amaestrados y son completamente inofensivos . quizás nuestro venerado cardenal como un san francisco de asís los haya convocado.
Bífido, querrán decir, y no faltaba más que ahora a este curato le diera por imitar a San Francisco de Asís, que dicen que por imitar al Señor que dijo "desnudo vine al Mundo y desnudo me voy" se ponga a confesar en cueros. Pero cómo se llenaría este antro que diz religioso, cosa que dudo, de beatas ninfómanas
Cardenalcito: ¿Me puede confesar? ¿sabe que anoche mi marido me pidió que pss, pss, pss pss? ¿Que vaya y agua gárgaras con agua bendita. Gracias Cardenal. Sí, sí, y tres maravedís en su cofre nuncial.
ordeñe a una vaca y le tiré su propia leche por la cabeza...
¿Cuátos Maravedis decís? Estás cobrando más caro que yo, hombre. Ya lo decía, con la Iglesia, ni a misa. Y si no lo he dicho aún lo diré mañana. ¡O ya lo dije?
Cacháis, locos: luquead a este cardenal; pa mí que tiene algo de "corructo": me cobro mil maravedís porque confesé que defequé en la cocina los días de la "insurrepción". Chís, el curita. loco. Pardiez, digo yo.
(Comienzan a formarse grupos junto al confesionario. Se ven puños en alto. Consignas. Murmullos. Hoces. Palas. Garrotes. Uno que otro grito y cacareos. El Corrector de Pruebas Real se rasca la cabeza preocupado)
Cura vendíoooo!!!!
Abajo el Cardenal, es un ladrón, como todo el poder eclesiástico!!!
Llamen a la cocinera republicana pa que se pitee a este cura mamón.
Este no es un cura, es un gatoecampooo!!!
No ha dado ni un avemaría como penitencia, sólo se lo pasa cobrando maravedís...
VLADIMIR ILICH:
Abajo la Iglesia. Viva Voltaire. Viva la Diosa Razón. Viva Robespierre.
¿Quienes son esos personajes por aquel extravagante barbudo mentados?
Que importa, con que esté contra el Vaticano expoliador: abajooo, abajooo los buitres y los purpurados de charol
(La plabe, guíados improvisadamente por Vladimir Ilich, comienzan a sacudir el confesionario)
!Abajo, muerte al curatos, rebanadlo para que se lo manyen los gatos!!!!
Basta. ¡¡¡Deteneos, chusma inconsciente!!! Qué os pasa? No se ha vertido ya demasiada y abrupta bermellón sangre de nuestro pueblo por estas tierras de Laer. ¡Y vos intentando linchar a un recto y santo varón! Idos a vuestras casa y aposentos o si no conocereis mi ira en su más Real manifestación. Alejaos del templo: y vos Vladimir Ilich, sabía que algún día merodearías por aquí en busca de "condiciones objetivas" como decís vos. Guardia: detenedlo y deportaldo a su fría estepa natal mañana mismo. Y vos, Santidad, permitid estrecharos y besar sus santas y otrora libertinas manos, no se si macho o de hembra o de ambos a la vez, no importa, pues se nota su sacra condición. Volved a vuestros aposentos y descansad. Ya basta de confesión por hoy. Veremos si después de la fiesta que prepara el Heraldo lográis salvar una que otra ánima de este malhadado Reyno.
(Se inclina ante el Cardenal y al levantarse aprovecha de alisarle la casulla que se le ha arrugado un tanto en el trsite evento que hemos presenciado)
Mmmm. Me la lata corregir a estas horas las dislexias del Rey. Me voy a dormir con el micrófono a buen recaudo. Ahora veremos, amigo Merlín, qué se trae "la Cardenal", además de ambigüedades, y la plebe, fuera de sus monótonas revueltas.Por suerte el Rey ha atinado con parar el escándalo y deportar al Vlady; pero yo debo también servir a Merlín, mago por sus años perspicaz y ahora que ha mostrado abrirse a las nuevas tecnologías otro gallo puede que cante el alborear de este Reyno.
(El Cardenala se levanta, suda copiosamente pero al intentar avanzar entre el tumulto le roban la bolsita de reliquias y al volverse para indicar al culpable pisa a una gallina y el cacareo armó tal desastre que cayeron al suelo en cascada justos y pecadores)
Me obligan a confesar pero os aseguro, Cardenal-a, que nunca fui de pecados... lo mio son los peScados.
Ni retozo ni recojo, la iglesia urticaria me da, mire, mire vuesa merced, mis brazos coloraitos al contacto de la curia... y al asma llegaré sólo por compartir su aliento... puedo retirarme pues? alguna alergia genética debió ser.
Gracias, excelencia, os lo prometo, los cochinillos cocinaré regados con el mejor Oporto de las bodegas.
Esto... aún es pronto para hablar de desamortizaciones eclesiásticas no? que me digo yo...
Su Santa Merced Cardenala, yo vendré a confesarme a las 5 en punto de la tarde. Pero mi lista de pecados es tan larga que necesito una horita entera con su Eminencia. ¿Es posible?
-Agradezco vuestras confesiones, aunque mucho me temo que no son tan sinceras, prepararé algunos confesionarios privados para que cada quien pueda descargarse con libertad y decir lo que quiera.-
-Mañana daré a cada quien su absolución y penitencia.-
-¡¡Confesad que Jesucristo es el Rey de Reyes y el Santo Papa su vicario en la tierra!!-
-¡¡Vida eterna tenga nuestro Amado Rey y felicidad con su Doncella!!-
-¡¡Viva el pueblo de Lear!! -¡¡Dios bendiga el Rey!!-
(En un murmullo, a una gárgola decapitada)
-Vos el Embozado no es preocupéis, -que nos entendemos bien -¿Qué sería de la Iglesia sin el Diablo?-
Para mí, ducho embozado, que en el misma/o Cardenala ya está en sus fueros el Maligno. Hay que ver, desde aquí, agazapados con nuestras turbulentas miradas de piedra.
48 DIÁLOGOS:
Padre Santo, Cardenal
pronta acudo a confesarme
solo la verdad, solo la verdad
tendrá de mí al escucharme.
Yo soy casi una santa
no como otras tantas
que andan vociferando como locas
y nos tienen a todas
con el credo en la boca.
Bienvenido Pastor
que nos viene a dar lección.
Yo le puedo en secreto decir
a quienes confesión hay que exigir.
(Se levanta el vestido y se arodilla suavemente)
Quiero confesaros... que me baño desnuda y... que le tiro los zapatos a cualquiera...¿más? que escondo la tierra bajo la alfombra y... que yo le di kripalys al Bufón... ¿Más?... a veces me da por escribir poesía...
Su Sacratísima Dignidad: os plugo compasión a mi pecado. He cometido el vicio nefando con uno de los puercos de la plebe ¿Qué he de hacer? ¿Rezar, azotarme con un zurriago? Pero estaba borracho con ese brevaje de la cocinera. Dicen que es bruja y no prepara manjares sino pócimas, ungüentos, y empastos para untarse y volar. Yo que Vuesa Mercer, a la Hoguera la enviaba. Y Disculpe, la anonimia que es propia de la confesión
Su eminencia cardenal,
déme hora para más tarde
porque ahora debo atender al rey.
Doncella Therese
la misma que le dejó el mensaje anterior
Oiga Cardenal, majo purpurado, no tengo problemas con deciros mi nombre y mi condado: de Aragón soy nacida, y me llaman Infanta: he abusado del éxtasis, brevaje lúbrico y de perdición de las almas, y, bueno, vois sabéis, tengo el útero como Metro a las 666. Ooohhhhh, Cardenal, púpura dignidad, que haréis conmigo: ¿una tocación salutífera en mi bajo vientre a ver si sana, sana, culito de rana?
Qué infanta tan descarada.
Si eso que confiesa es la nada de la nada misma.
Yo te conozco mosco
así es que señorita Infanta, vaya confesando los verdaderos pecadotes que le manchan el alma enterita.
Perdón purpurado debo cumplir mi labor:
donde dice "Brevaje"
debe decir: Brebaje"
Seguid con vuestra santo apostolado.
Bay, púrpura sirviente de Dios
(Aparte)
Supongo...
¿Podría haber alguien más cara de culo que la Cenicienta para decir pecados mínimos como los niños:
Ay, padre, toqué el timbre de una casa y salí arrancando...
Ay, Padre, LE SAQUÉ PLATA DE LA CARTERA A MI MAMÁ...
Ay, Padre, le escondí el abrigo a la profesora...
OJO, Cardenal, que no le vengan a pasar gato por liebre ni a contar la mitad de los pecados que tiene esta gente de palacio...
Viera usted, si yo hablara... madre mía... que cagada quedaría
(Entra una bella niña y antes de llegar al confesionario empieza a poner los ojos blancos y a vomitar demonios con tridentes en llamas)
Juaaaajjj (con voz de hombre)me los voy a comer a todas Juaujaaaajjmmkkhs
a todas a todas MMMMmmmmguauuuu
(El Cardenala abre la puerta del confesionario con rostro sereno, le da un karatazo en el cuello a la niña, la cabeza da tres o cuatro vueltas y con efecto aspiradora, vuelve a tragar esa boca impía a los demonios y toda la basura que había desplegado)
Beeeehhh, beeeehhhh
Miau miauuu miauuu remiauuu
Purpurado: soy de este castillo el fantasma y espanto cuando la luna mestrua y una gota de pus cae de su calva agorera: y me introduzco en las oxidadas armaduras y paseo por las noches de tormenta, y aúllo como lobizón cuando la luna mengua y el mar, se agita en mareas salobres y oscuras, y sólo en las mañanas, el canto del gallo me da descanso. Ahí me confundo con los gobelibnos y tapices de Palacio. Mi pecado sólo lo sabe el Historiador del Reyno, por su profesión y sus lüengos años. Vos debéis buscar mis huesos y desenterrarlos y rociarlos con agua bendita, para darme por fin descanso. Os plugo, hombre púrpura a hacer vuestro trabajo. En el cementerio reral hay picos y palas. Si no, deberé continuar por estos parajes vagando, espantando, y sintiendo este frío horrible que corroe mi alma. Así que lavantáos los faldones y cabad junto al roble de vuestra abadía. ¿O creiáis que la pega en un Castillo como éste era la papa?
Kikirikiii, kikirikiiiii
Maté a mi hija, Cardenal, y le corté una pierna, la asé y me la comí con un estofado de repollo. El resto de su cuerpo lo arrojé a los cerdos que de él cuenta dieron. Pero tenía hambre, mucha hambre. Pensad y decidid: ¿estoy yo en pecado o fue el Rey que nos tiene en este estado?
Confundo los hechos su Eminencia, se me turban las fechas y mis infolios y papiros están pasados de moda. Me quedé atrás en materia de historiografía, todavía me baso en Hesíodo para los datos y en San Agustín en filosofía. Mis detractores me llaman escolástico y los peores, viejo mamón y copión culiao. ¿Es esto pecado? Y de pasadita, hombre medio colorado (¿no seráis de esos curas comunistas?) ¿cómo va la cosa por el Vaticano? ¿Quien por hoy Gobierna nuestras ánimas? Me dijeron que un tal Ratzinger. ¿Es acaso ese un nombre cristiano?
"Purpurado del charol", já, dónde nos venimos a encontrar, supuesto hombre santo... ¿arderá en el reyno Lear, Troya, o en Infierno?
(queda el confesionario con un fuerte alor a azufre)
Curita, curita, curita de mi pueblo, ¿te acuerdas que cuando eras chica me sentabas en su faldita? ¿Qué era esa cosa durita que tenías curita cuando me hacías caballito? Ito, ito, ito. ¿Mira donde nos venimos a encontrar chaval, todo un purpurado y qué retórica. Qué majo te veis, me has dejado realmente... atónita. ¿Me abrís la puerta para que volvamos a jugar al caballito? Pero veo una cola muy larga, laaaarga, como la que se asoma debajo de ese embozado que sale de la Catedral. Te dejo mi tarjeta, flaco, llama a mi celu. Si no estoy deja un mensaje en mi buzón de voz. Si no... vueno, recordad el juego del caballito... allá en la iglesia de Aragón.
el corrector de pruebas real
permiso, permiso purpurado
(Entra al confesionario y aprovechando un descuido del Cardenal deposita bajo el reclinatorio un micrófono multidireccional, de plasma, irrompible e invisible aún para ojos púrpuras)
donde dice: "vueno"
debe decir: "bueno"
Adiós, adiós su Chanchitad, perdón Santidad, hay todos debemos puro que trabajar.
(Hablando a la solapa a su jubón)
Merlín, misón cumplida
He pecado padre: le miré el paquete a Lear... cuantos avemarías???
(El confesionario comienza a llenarse de cerdos que hacen fila para confesar sus inmundicias)
jionc joinc jjjjjjoinnnnc
joincjjjjjoincjoincjjjjoooooincjoiiiiincjoooincccccc
beeeeekerrr, hic, salú, padre...
...Y no faltan las gallinas y los loros que vienen a cacarear y a cuentear los pecados de los otros...
me presento ante Vos ,serenísima eminecia.a confesar mis pecados que nos son más que minucias , os lo juro , algunos pecadillos ortográficos alguna b por v, una ache olbidada , el seseo si estoi meido dormido , veneficiarme a alguna postulante , lla me hentiende , pecadillos sin más ,poca cosa excelencia. no quiero entreteneros pues aquí hay mucho trabajo. me doy ya por absuelto no? puede ayudar un rato a fregar a la hermana cocinera , le parece?
Su Santidad aquí vengo a daros la bienvenida, pero no podré confesarme ya que he venido a entregar las llaves del teatro al buen Heraldo y a comprobar que esteis a gusto recibiendo a vuestras ovejas, pero aquí veo cerdos, moscas, sapos, loros, cacatúas y vacas.
Os pido disculpas por este desorden deben haberse abierto los establos... no sé
(al Heraldo)
Vos sabeis qué pudo haber ocurrido, ¿de dónde habrán llegado tantos cochinillos?
creo que vinieron con uno de los artistas meritorios para un espectáculo circense. no se preocupe señora todos están amaestrados y son completamente inofensivos . quizás nuestro venerado cardenal como un san francisco de asís los haya convocado.
(en un aparte se y dirijiendose a la ministra)
tenga cuidado señora porque este cardenal es un poco bilingue
jasjajajajajjajajajaaaaaaaaaaaaa
(en un aparte, hacia el público)
Bífido, querrán decir, y no faltaba más que ahora a este curato le diera por imitar a San Francisco de Asís, que dicen que por imitar al Señor que dijo "desnudo vine al Mundo y desnudo me voy" se ponga a confesar en cueros. Pero cómo se llenaría este antro que diz religioso, cosa que dudo, de beatas ninfómanas
Cardenalcito: ¿Me puede confesar? ¿sabe que anoche mi marido me pidió que pss, pss, pss pss? ¿Que vaya y agua gárgaras con agua bendita. Gracias Cardenal. Sí, sí, y tres maravedís en su cofre nuncial.
permiso Cardenal...
(palpa el micrófono multidireccional de plasma marca ACME para asegurarse que está bien puesto en su lugar)
creo que donde dice
"agua"
debe decir
"haga"
Si no recuerdo mal el mal chiste que va de boca en boca destentada de la plebe.
by, nuncio, siga con su pega nomás
ordeñe a una vaca y le tiré su propia leche por la cabeza...
¿Cuátos Maravedis decís? Estás cobrando más caro que yo, hombre. Ya lo decía, con la Iglesia, ni a misa. Y si no lo he dicho aún lo diré mañana. ¡O ya lo dije?
¡Abajo el Cardeal, Viva el Crsito de Elqui!
Uffffffffffffffff!!!
A un Premio Nacional no lo voy a corregir.
Cacháis, locos: luquead a este cardenal; pa mí que tiene algo de "corructo": me cobro mil maravedís porque confesé que defequé en la cocina los días de la "insurrepción". Chís, el curita. loco. Pardiez, digo yo.
(Comienzan a formarse grupos junto al confesionario. Se ven puños en alto. Consignas. Murmullos. Hoces. Palas. Garrotes. Uno que otro grito y cacareos. El Corrector de Pruebas Real se rasca la cabeza preocupado)
Cura vendíoooo!!!!
Abajo el Cardenal, es un ladrón, como todo el poder eclesiástico!!!
Llamen a la cocinera republicana pa que se pitee a este cura mamón.
Este no es un cura, es un gatoecampooo!!!
No ha dado ni un avemaría como penitencia, sólo se lo pasa cobrando maravedís...
VLADIMIR ILICH:
Abajo la Iglesia. Viva Voltaire. Viva la Diosa Razón. Viva Robespierre.
¿Quienes son esos personajes por aquel extravagante barbudo mentados?
Que importa, con que esté contra el Vaticano expoliador: abajooo, abajooo los buitres y los purpurados de charol
(La plabe, guíados improvisadamente por Vladimir Ilich, comienzan a sacudir el confesionario)
!Abajo, muerte al curatos, rebanadlo para que se lo manyen los gatos!!!!
¿Será que el pueblo está también con salmonella y se toma sus licencias?
Saaale, anónimo Mamón. ¿Es que nunca a vos han explotado? Córrete, encapichado de siempre, da la cara, agilao, vendido al Vaticano!!!!
yo no corrijo nada más. se está armando la mansa. yo me voy. ya bastante moreteado quedé en la última revolucíón.
A por él. A por el cura. Matadle. Desolladle. Haced de sus huesos flautas para que el pífano de la libertad guíe al pueblo a una verdadera revolución.
Parece ser que siempre se dan las cosas de la misma manera:
llega la Iglesia y detrasito el comunismo. No hay quién se salve.
Basta. ¡¡¡Deteneos, chusma inconsciente!!! Qué os pasa? No se ha vertido ya demasiada y abrupta bermellón sangre de nuestro pueblo por estas tierras de Laer. ¡Y vos intentando linchar a un recto y santo varón! Idos a vuestras casa y aposentos o si no conocereis mi ira en su más Real manifestación. Alejaos del templo: y vos Vladimir Ilich, sabía que algún día merodearías por aquí en busca de "condiciones objetivas" como decís vos. Guardia: detenedlo y deportaldo a su fría estepa natal mañana mismo. Y vos, Santidad, permitid estrecharos y besar sus santas y otrora libertinas manos, no se si macho o de hembra o de ambos a la vez, no importa, pues se nota su sacra condición. Volved a vuestros aposentos y descansad. Ya basta de confesión por hoy. Veremos si después de la fiesta que prepara el Heraldo lográis salvar una que otra ánima de este malhadado Reyno.
(Se inclina ante el Cardenal y al levantarse aprovecha de alisarle la casulla que se le ha arrugado un tanto en el trsite evento que hemos presenciado)
Mmmm. Me la lata corregir a estas horas las dislexias del Rey. Me voy a dormir con el micrófono a buen recaudo. Ahora veremos, amigo Merlín, qué se trae "la Cardenal", además de ambigüedades, y la plebe, fuera de sus monótonas revueltas.Por suerte el Rey ha atinado con parar el escándalo y deportar al Vlady; pero yo debo también servir a Merlín, mago por sus años perspicaz y ahora que ha mostrado abrirse a las nuevas tecnologías otro gallo puede que cante el alborear de este Reyno.
(El Cardenala se levanta, suda copiosamente pero al intentar avanzar entre el tumulto le roban la bolsita de reliquias y al volverse para indicar al culpable pisa a una gallina y el cacareo armó tal desastre que cayeron al suelo en cascada justos y pecadores)
Donde dice "el cacareo" debe decir "el cagadero"
Y la voz no va entre paréntesis sino que es un murmullo.
Me obligan a confesar pero os aseguro, Cardenal-a, que nunca fui de pecados... lo mio son los peScados.
Ni retozo ni recojo, la iglesia urticaria me da, mire, mire vuesa merced, mis brazos coloraitos al contacto de la curia... y al asma llegaré sólo por compartir su aliento... puedo retirarme pues? alguna alergia genética debió ser.
Gracias, excelencia, os lo prometo, los cochinillos cocinaré regados con el mejor Oporto de las bodegas.
Esto... aún es pronto para hablar de desamortizaciones eclesiásticas no? que me digo yo...
Su Santa Merced Cardenala, yo vendré a confesarme a las 5 en punto de la tarde.
Pero mi lista de pecados es tan larga que necesito una horita entera con su Eminencia.
¿Es posible?
Habla El Cardenala, mientras se retira.
-Agradezco vuestras confesiones, aunque mucho me temo que no son tan sinceras, prepararé algunos confesionarios privados para que cada quien pueda descargarse con libertad y decir lo que quiera.-
-Mañana daré a cada quien su absolución y penitencia.-
-¡¡Confesad que Jesucristo es el Rey de Reyes y el Santo Papa su vicario en la tierra!!-
-¡¡Vida eterna tenga nuestro Amado Rey y felicidad con su Doncella!!-
-¡¡Viva el pueblo de Lear!!
-¡¡Dios bendiga el Rey!!-
(En un murmullo, a una gárgola decapitada)
-Vos el Embozado no es preocupéis,
-que nos entendemos bien
-¿Qué sería de la Iglesia sin el Diablo?-
Para mí, ducho embozado, que en el misma/o Cardenala ya está en sus fueros el Maligno. Hay que ver, desde aquí, agazapados con nuestras turbulentas miradas de piedra.
EL ARCHIDIÁCONO
-¡Guardia Suiza!
-Decapitad la gárgola,
-podría querer descalabrar
-a la Augusta Triministra.-